En mi caso os voy a comentar como interviene la miniaturización en un control de calidad en métodos de estudio de la sensibilidad antibiótica.
En primer lugar, por introducir un poco el tema de la sensibilidad antibiótica, es necesario destacar la importancia que representa el estudio de estos métodos, ya que tal y como informan en su artículo R. Taroco, V. Seija y R. Vignoli, se trata de una de las funciones más importantes dentro de los laboratorios de microbiología clínica. Algunos de los beneficios que citan sobre este tipo de estudios son:
- Dirigir la terapéutica una vez que el germen es conocido.
- Generar una base de datos que permita seleccionar los antibióticos a utilizar en un tratamiento empírico (aquel en que no conocemos el agente causal).
- Desarrollar políticas de uso de antimicrobianos.
- Vigilar la aparición de nuevos mecanismos de resistencia.
- Detectar precozmente la diseminación epidémica de una cepa, tanto a nivel hospitalario como comunitario.
Es importante realizar un control de calidad estricto en cuanto a la exactitud y fiabilidad de estos métodos. En este caso en concreto, para llevar a cabo eficientemente el control de calidad, trabajan simultáneamente con la cepa objeto de estudio y con una cepa que se denomina "cepa control", es decir se realiza el control de calidad al mismo tiempo que el procedimiento para la cepa en estudio. A partir de este punto se llevan a cabo:
- Medición e interpretación de los halos: se obtiene la resistencia, sensibilidad y sensibilidad intermedia.
- Método de gradiente antibiótico ( E-TEST): método alternativo para el estudio cuantitativo de la sensibilidad antimicrobiana.
- Métodos de dilución: para definir el CIM.
- Lectura e interpretación de la CIM: proporciona información sobre la sensibilidad o resistencia a un determinado antibiótico.
Me centro concretamente en los métodos de dilución debido a que es donde interviene la miniaturización (objeto principal de la entrada en el blog).
Inicialmente cuando se realizaban los métodos de dilución se empleaba un número importante de tubos de caldo de cultivo a los que era necesario añadir concentraciones crecientes de antibióticos, se trataba por tanto de una metodología que empleaba muchas manipulaciones y mucho material.
El uso de micropipetas y placas de microtitulación facilitó pasar de la macrodilución en caldo al método de microdilución en caldo. De forma que, en los años 60, la utilización de dispositivos serológicos para dispensar y diluir fue una simple miniaturización que originó la técnica de la microdilución en caldo.
Actualmente se han popularizado los métodos automatizados comerciales de microdilución en caldo, fácilmente integrables en sistemas semiautomáticos de lectura e interpretación de resultados, pero el mayor inconveniente que se atribuye es la elevación del coste.
Sin más os facilito el artículo completo
Un saludo
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